Reseña: Fuimos Canciones - Elisabet Benavent

Título: Fuimos Canciones
Autora: Elísabet Benavent
Editorial: Suma
Páginas: 544
Formato: Tapa blanda
Saga: Fuimos canciones | Seremos recuerdos  
Precio en papel: 16,90€
Precio en ebook: 9,99€
Encuéntralo en: Casa del libro | Megustaleer

Lee las primeras páginas aquí

Macarena vive en Madrid y es asistente de una influencer de moda.
Macarena disfruta la vida a sorbos e intenta ser feliz.
Macarena tiene dos amigas: Adriana y Jimena.
Macarena guarda un secreto que deletrea a escondidas.
Ese secreto tiene tres letras: L-E-O.
Macarena no sabe que Leo está en Madrid.
Macarena teme, Macarena sueña, Macarena ama, Macarena vuela...

Y en este juego del destino intenta aceptar que lo que fuimos no puede ser lo que seremos...

¿O quizás sí?

Porque a veces lo que fuimos da sentido a lo que de verdad somos.

¡¡Hola, holaa!!

Un año después de soltar que volvía, esta vez sí voy a cumplirlo. Eso sí, como dije en su momento, lo iré haciendo a mi ritmo, sin calendarios de publicación y según me vaya apeteciendo. En su momento no lo conseguí porque llevaba un bloque lector bastante importante debido a todo lo sucedido en mi vida, pero parece que las aguas empiezan a estar por fin en calma (no quiero hablar muy alto), y ese bloque va desapareciendo. Eso sí, os pido comprensión, hace mucho que no hago una reseña. En fin, no me enrollo más y vamos a empezar.

Hoy vengo a hablaros del primer libro de la bilogía de Fuimos canciones de Elisabet Benavent. Tengo pendientes de publicar los dos de la bilogía de Sofía, pero dejé todo en standby cuando paré el blog. En cuanto pueda las publicaré. Dicho lo cual, vamos a por Fuimos canciones.

Macarena tiene un trabajo envidiable, unas amigas fantásticas y un churri con el que satisfacer sus necesidades biológicas. Bueno, hasta aquí todo bien. El problema llega cuando se encuentra con Leo, un ex con el que acabó muy mal. Pero ahora que se lo ha cruzado una vez, los encontronazos se repiten y los caminos se cruzan, obligándoles a mantener una relación de cualquier tipo, que ellos acaban transformando en odio y peleas constantes. 

Algo muy favorable que tiene Benavent, aparte de una escritura realmente liviana y de rápida lectura, es la creación de unos personajes muy reales, con los que emocionarte y/o padecer.

Así, nos encontramos a Macarena, la protagonista. Una chica harta de su trabajo, pero sin el valor de hacer nada para cambiarlo. Cansada de una relación carente de futuro, pero acomodada por miedo a perder lo poco que pueda tener. Y con unas amigas maravillosas que… que nada, que son maravillosas, no hay peros. Luego, nos encontramos con Leo, el prota masculino. Leo tiene claro qué quiere y que no, o eso cree él. Lo cierto, es que de los protagonistas masculinos de los libros de Betacoqueta, es de los que menos me ha enamorado o me ha llegado.

Y, por último, tenemos a Jimena y Adriana. He de confesar que Jimena me ha parecido una copia de Lola, personaje de la saga Valeria. Obviamente, me ha gustado, pero no he visto diferencias entre ellas. Jimena es divertida, alocada, bastante basta, sin filtros y va a por lo que quiere. Y, luego, está Adriana, la más madura del grupo, pero no por ello menos interesante. Adriana tiene la vida resuelta, un trabajo estable que le encanta, un marido que le adora y buenas amigas, pero aun y con todo eso, nota que algo no va bien y nos dará una sorpresa.

Respecto a la lectura, lo mismo que digo con cada libro de la autora, a pesar de ser largo, más de 500 páginas, se lee en un suspiro. Elisabet sabe escribir novelas de ágil lectura, que te atrapan y no sueltas hasta acabar. Y, como siempre, también voy a añadir el “pero” que meto en todas mis reseñas de sus novelas: el sexo. En todos los capítulos, de manera gratuita y del cual, por lo menos yo, acabo hastiada. Trozos que me tengo que saltar para no asquearme y cerrar el libro, pero si sois de las que también os cansan y hacéis como yo y os saltáis esas escenas, el resto de la historia fluye sin problema. Solo por poner otra pega que me ha llamado la atención, han sido los diálogos de las amigas, que repetían lo sucedido sin añadir información nueva a la historia, además de que, a mi modo de ver, me han resultado en ocasiones bastante soeces al hablar, o por lo menos yo con mis amigas no hablo de esa manera ni mis conversaciones giran en torno al sexo. Por lo demás, y aún con esto, sigue siendo un libro que he disfrutado.

En conclusión, Fuimos canciones es una novela que, a pesar de tener más de 500 páginas, se lee en un suspiro sin hacerse pesada ni necesitar una máxima concentración debido a la simpleza de la historia, que a la vez le da ese toque de aire fresco que a veces necesitamos entre novela y novela.

¿Habéis leído esta primera parte? ¿Qué os ha parecido?